La Amatista forma parte de numerosos mitos y leyendas, y se ha utilizado en anillos de oro desde hace más de 4.500 años.
Es la piedra del mes de febrero, llamada según el dios del vino, el dios griego Dionisio, en romano Baco, como si hubiera calado el vino dentro de esta preciosa piedra.
Cuenta la leyenda que el borracho dios Baco un día que se sentía defraudado por los mortales juró que se vengaría del próximo ser humano que se cruzara en su camino. Amatista apareció por el camino, una bella e inocente doncella y devota de la diosa Artemisa.
El dios enfurecido envió dos tigres hambrientos para que devoraran a la joven y llenó su copa de vino para disfrutar del espectáculo. La joven pidió ayuda a su diosa Artemisa que la convirtió en una estatua de cuarzo, con efecto irreversible.
Con arrepentimiento Baco lloró sobre su vino y lo derramó sobre la estatua, lo que le dió el color púrpura a la piedra que conocemos de la amatista.
Mucho antes de los romanos en el Antiguo Egipto para los faraones, reyes y reinas era esta piedra el símbolo de gobierno, y por ejemplo Cleopatra la usaba en su sello.
Durante la Edad Media también esta gema se hizo muy querida entre el clero católico, y se la llegó a considerar la piedra del Papa.
Se creía que la amatista tenía fuerzas sobrenaturales, y no había enfermedad que esta piedra no pudiera curar. Leonardo da Vinci describe sus capacidades de eliminar malos pensamientos y agudizar el entendimiento. También se consideraba un amuleto contra la brujería.
Esta piedra se considera una variedad de macro cristales del cuarzo, cuyo color varía del rosa transparente hasta el púrpura más oscuro, que adquiere debido al hierro.
El color es el criterio más importante para evaluar esta gema. Las más valiosas de estas piedras tienen un aspecto transparente, puro, hasta violeta oscuro.
Existe incluso una versión verde de la amatista, como cuarzo verde, también llamada Vermarina.
Cómo es una piedra muy apreciada por coleccionistas y joyeros se ofrece en numerosas formas y cortes.
Es una piedra preciosa muy popular y de moda que se puede encontrar en los cinco continentes. Destacan la amatista brasileña que llegó a Europa en 1727, y también por su belleza la amatista de Uruguay es extraordinariamente conocida.
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